jueves, 22 de mayo de 2014

Más madera para reducir la dependencia de los combustibles fósiles



Un estudio impulsado por la Escuela de Estudios Ambientales y Silvicultura de la Universidad de Yale y la Escuela de Medio Ambiente de la Universidad de Washington establece que utilizar más madera y menos acero y cemento en la construcción reduciría sustancialmente las emisiones de dióxido de carbono.



Aunque existe consenso en que la tala de árboles debe limitarse en la medida de lo posible para prevenir la pérdida de biodiversidad y mantener los niveles de absorción de carbono, esta nueva investigación mantiene que es posible conseguir estos objetivos y, a la vez, minimizar nuestra dependencia de los combustibles fósiles.


Es más, buena parte de la misma se utiliza de forma ineficiente, especialmente para cocinar. Tras evaluar distintos escenarios, en los que los científicos simularon no alterar las áreas boscosas, utilizar madera para producir energía o modificarla para emplearla en la construcción, averiguaron que si se incrementaba la extracción de este recurso del citado 20% al 34% y se aprovechaba eficazmente podían conseguirse notables beneficios medioambientales.

Por ejemplo, se eliminaría entre el 14% y el 31% de las emisiones globales de CO2, precisamente las relacionadas con la producción de acero y cemento (la construcción con madera consume mucha menos energía); además, podría reducirse hasta en un 19% el consumo de combustibles fósiles.

El coche más rápido del mundo

La guerra de la velocidad siempre ha sido una obsesión entre los ingenieros y desarrolladores de vehículos. Diseños que cortan el viento, alerones que hacen que no salgan volando y motores con una potencia desorbitada son sus principales armas y la lucha por conseguir el récord del automóvil más rápido es realmente encarnizada.

En el año 2003 salió a la venta el primerBugatti Veyron, que fue una auténtica revolución de los superdeportivos, tanto por su brutal motor como por su coste: un millón de euros cada unidad. En el año 2005 el Koenigsegg CCR de 806 CV alcanzaba los 388 km/h y obtenía el récord Guinness de velocidad. Aunque poco le duró la alegría a los suecos, pues un año más tarde el Veyron recuperaba su hegemonía con un nuevo modelo mejorado que alcanzaba los 431 km/h gracias a su motor de 1.001 CV de potencia. Ahora, ocho años más tarde, Koenigsegg ha vuelto a dar un golpe sobre la mesa con la creación del Koenigsegg One:1, una impresionante máquina de 1.360 CV y que alcanza los 440 km/h.